jueves, 19 de mayo de 2016

BLOQUE 1 - TEMA 1


El desarrollo de la identidad individual, familiar y social



La identidad es un proceso que se construye desde edades tempranas y que continua evolucionando hasta la adolescencia, cada vez con un mayor conocimiento de nosotros mismos. En esta etapa de la infancia se enfoca la identidad desde dos perspectivas:
  • La identidad individual o personal
  • La identidad social.


Desarrollo de la identidad personal


La identidad individual o personal comprende su nombre, sus características físicas,su sexo, su género, sus posibilidades de movimiento y coordinación, sus sentimientos, es decir, todo lo que afecta a su persona como individuo único.
    El nombre tiene mucha importancia en la identidad personal de la niña y el niño porque, junto con sus características físicas; es lo que más lo diferencia de los demás.


    Un elemento importante en la estructuración de la personalidad y de la identidad personal es la representación mental de las distintas partes de su cuerpo (el esquema corporal), el descubrimiento de nuevas capacidades de movimiento y coordinación motora, la toma de conciencia de sus posibilidades y limitaciones.






    Cabe destacar la diferencia entre sexo y género.

    Según la FAO el SEXO son las características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas de los seres humanos, que los definen como macho y hembra. Se reconoce a partir de datos corporales genitales; el sexo es una construcción natural, con la que se nace.


    GÉNERO, según la FAO, es el conjunto de características sociales, culturales, políticas, psicológicas, jurídicas, económicas asignadas a las personas en forma diferenciada de acuerdo al sexo. Se refiere a diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres por razones sociales y culturales. Estas diferencias se manifiestan por los roles (reproductivo, productivo y de gestión comunitaria), que cada uno desempeña en la sociedad, las responsabilidades, conocimiento local, necesidades, prioridades relacionadas con el acceso, manejo, uso y control de los recursos.







    En resumen, según la FAO, la DIFERENCIA ENTRE GÉNERO Y SEXO: El sexo alude a las diferencias entre el macho y la hembra, es una categoría física y biológica, con funciones de reproducción específicas de cada uno. El macho engendra o fecunda y la hembra concibe, gesta, pare y amamanta. Mientras que género (masculino o femenino) es una categoría construida social y culturalmente, se aprende y por lo tanto puede cambiar.





    El desarrollo de la identidad familiar, social y cultural

    La identidad social está determinada por su relación con las personas de su entorno que van a desarrollar su sentido de pertenencia a una familia, a su comunidad local, a su cultura, quedando para etapas posteriores la identificación regional y la nacional.

    En primer lugar hablaremos de la familia:



    En la vida de los niños pequeños la familia es un referente importante. El vínculo afectivo como relación recíproca y afectuosa entre la niña/el niño y su familia va configurando la identidad familiar donde los padres ejercen una influencia importante en el proceso. Además la maestra o maestro desempeña un papel muy importante en la construcción de la identidad familiar de la niña o niño.

    En el aula de Educación Infantil podríamos tratar ciertos temas que pueden ayudar a desarrollar la identidad familiar de los niños, tales como:

    o ¿Quiénes viven en mi casa?
    o ¿En qué trabajan mi madre y mi padre?
    o ¿Qué me gusta hacer con mis abuelos?
    o ¿A qué juego con mis hermanos?
    o Ha nacido un hermanito.


    En segundo y último lugar, hablaremos de la identidad cultural:



    La identidad cultural, por su parte, está relacionada con las costumbres, creencias, tradiciones, lenguajes propios de un contexto geográfico sociocultural en el que nacen y crecen la niña y el niño.
    Vygotsky afirmaba que en el desarrollo del niño todo aprendizaje va de lo social a lo individual. Es durante su proceso de socialización, cuando la niña y el niño, a partir de los diversos mensajes y modelos que recibe, van estructurando su identidad cultural y su cosmovisión o forma de ver el mundo.

    Los diferentes aspectos que conforman la identidad social y cultural deben ser considerados en la programación de unidades de aprendizaje y proyectos que contribuyan tanto al conocimiento de su entorno como a su participación en las diversas actividades programadas por la comunidad de modo que garanticen el derecho del niño a su identidad cultural, respetando dos derechos fundamentales:

    1. Derecho a la diversidad: “La escuela no debe ni depurar ni arrancar la piel cultural; las historias, los lenguajes los valores, las vivencias antropológicas que el niños trae del hogar, del entorno social de su vida cotidiana”.


    2. Derecho a la igualdad de oportunidades: “La escuela debe poner en valor las identidades culturales, dando a cada uno de los niños las oportunidades para el pleno goce del derecho de una educación escolar abierta para su desarrollo en la escuela”.


    Todos los aspectos mencionados se complementan con los relacionales y afectivos; para ello, es necesario que el ambiente del centro educativo ofrezca calidez, seguridad y afecto a fin que las interacciones docente alumnos y de los alumnos entre sí contribuyan a que cada niña y cada niño construya una auto imagen positiva.



    La construcción de un clima de afecto, confianza y seguridad en la escuela.

    Los aspectos afectivos y emocionales tienen una importancia especial en Educación Infantil. Sólo si el niño se encuentra a gusto y seguro en la escuela, se implicará positivamente en el aprendizaje y desarrollo. De aquí la necesidad de construir, entre todos los educadores, un clima de afecto, confianza y seguridad para los niños.

     Las características de los niños de Educación Infantil exigen encontrar en el centro escolar un ambiente cálido, acogedor y seguro: la necesidad de afecto es una necesidad básica tan primaria como la necesidad de comer o de protección. Los niños precisan una relación estable y continua con aquellas personas que cubren sus necesidades de cuidado, exploración y juego. Estas relaciones producen sentimientos de bienestar, confianza y seguridad.

    En un ambiente de estas características, el niño puede afrontar los pequeños retos que le plantea el conocimiento progresivo del medio, superar las frustraciones que la convivencia implica, relacionarse positivamente con los compañeros y con el educador, y así aprender y desarrollarse, crecer y convertirse en miembro activo de su grupo social.

    – Para ello, los niños necesitan tener con el educador una relación personal de gran calidad, una relación que transmita a los niños la seguridad de que es querido y valorado.




    Una maestra de Educación Infantil debería procurar tener un ambiente de afecto, confianza y seguridad en la escuela haciendo lo siguiente:



     Ayudarles a relativizar sus errores
     Animar
     Alentar
     Plantearles retos y ofrecerles ayuda
     Felicitarles por sus logros
     Establecer normas
     Establecer rutinas


    Es fundamental que el niño aprenda a coordinar las propias emociones y actividades con las de otras personas (especialmente con los iguales) y de todo lo que esta capacidad implica:


    · Capacidad de mostrar, sentir y recibir afecto.
    · Capacidad de colaborar con los demás.
    · Capacidad de prestar ayuda a los demás.
    · Capacidad de aceptar la demora o renuncia, es decir, aceptar un NO. 

    En todo esto reside la posibilidad de actuar constructivamente con los demás desde la aceptación de uno mismo, de sentirse integrante de un grupo en un clima de seguridad, tranquilidad y confianza siendo cada vez más autónomos.

    En las interacciones con los compañeros el niño aprende a relacionarse con los demás, a guardar su turno y el momento de satisfacer sus deseos, aprende la simpatía y la amistad, la cooperación y la empatía, pero aprende también la competición, la envidia, los celos y la rivalidad; la existencia lógica de conflictos entre iguales puede constituir un instrumento de desarrollo en la medida en que los educadores orienten la superación de esos conflictos.



    Normas, rutinas y conflictos.

    Las normas, las rutinas y los conflictos son tres factores importantes en el desarrollo moral y en el proceso de socialización de los alumnos de Educación Infantil. Hay que aprovechar todo el potencial educativo de estos factores.

    La finalidad de las normas y las rutinas es crear un contexto en el que la convivencia sea posible y gratificante y el niño encuentre la seguridad que tanto necesita.
    La maestra o maestro deberá crear un clima social positivo en el aula consiguiendo situaciones estables, calmadas y relajadas; buscando relaciones próximas y afectuosas con los niños, especialmente con los más nerviosos y necesitados de atención; prodigando refuerzos positivos y utilizando sugerencias o instrucciones positivas.

    Lo que NO debería hacer nunca una maestra o maestro para conseguir que los niños aprendan y respeten las normas es:
    • Adoptar una actitud autoritaria e inflexible.
    • Evitar las comparaciones con otros niños.
    • Poner en evidencia a un niño en público.
    • Avergonzar a un niño.
    • Ridiculizar a un niño.
    • Echar la culpa a un niño.


    Las normas básicas de conducta que deberían tratarse con los niños en la etapa infantiles podrían ser las siguientes:

    Normas de presentación personal:

    • Saludar ‐ Despedirse
    • Dar las gracias ‐ Pedir una cosa ‐ Dar  
    • Escuchar – Preguntar ‐ Explicar
    • Pedir perdón
    • Obedecer




    Normas de higiene y limpieza personal (que afectan al bienestar de los demás):
    • Cuidar su aseo personal: lavarse los dientes, lavarse y secarse las manos, llevar las uñas limpias, peinarse, sonarse bien la nariz.
    • Taparse la boca para toser.
    • Mostrar un aspecto limpio y aseado.
    • Sonarse bien la nariz.






    Normas de orden personal (que repercuten muchísimo en el funcionamiento del grupo):

    • Ponerse la bata.
    • Colgar el abrigo y la bata en la percha.
    • Ponerse abrigo, guantes y gorro.
    • Abrocharse y desabrocharse bata y abrigo.
    • Saber calzarse y descalzarse.
    • Subir y bajar cremalleras.
    • Atarse los cordones de los zapatos.
    • Respetar el orden en las filas y en los juegos.
    • Sentarse bien en la alfombra y en la silla.
    • Mantener recogidos los trabajos.
    • Abrir y cerrar las puertas sin golpetazos.










    Normas relacionadas con el cuidado del entorno (que es el contexto donde están y actúan los demás):
    • No ensuciar los espacios de la escuela con 
      papeles ni rayas en las paredes.
    • Respetar y cuidar la decoración de la clase.
    • Respetar las plantas y las instalaciones del 
      colegio.
    • Respetar las instalaciones principales de su 
      barrio: parque, jardines, tiendas.
    • Aprender a usar las papeleras.
    • Cuidar la naturaleza: limpieza, recogida de 
      desperdicios, respetar las plantas.
    • Limpieza de lavabos y servicios.
    • Respeto y cuidado del mobiliario y objetos de 
      clase.




    Normas relacionadas con el trabajo (que afectan al trabajo de los demás y que, a veces, es trabajo compartido con los 
    compañeros):
    • Saber escuchar.
    • Respetar el turno de palabra.
    • No gritar durante el trabajo.
    • No estorbar el trabajo de los compañeros.
    • Obedecer las órdenes dadas.
    • Intentar trabajar en equipo.
    • Prestar los materiales.
    • Ayudar a los compañeros.

    • Trabajar sin alborotar.



    Normas que regulan las relaciones con los demás:
    • Respetar a los compañeros, no reñir, evitar las 
      peleas entre ellos.
    • Respetar a las personas adultas.
    • Prestarse las cosas, ayudar a niños que lo 
      necesitan.
    • Respetar las opiniones de los otros.
    • Practicar normas de cortesía: saludarse, 
      despedirse, felicitarse, pedir perdón, pedir las 
      cosas por favor.
    • No insultarse ni burlarse de los demás.
    • Jugar en equipo respetando las normas de juego.
    • Andar despacio por la clase y los pasillos.
    • Fijarse en los puntos de vista y deseos de los otros 
      y respetarlos.






    Normas relacionadas con el uso de los materiales (que afectan a los demás):
    • Respetar los objetos propios y comunes.
    • Mantener limpios y ordenados los materiales escolares.
    • Compartir los materiales con los demás.
    • Recoger los materiales al finalizar el trabajo.
    • Cuidar y respetar los libros.
    • Usar bien los instrumentos de trabajo.



    En cuanto a los conflictos, estos ofrecen un potencial educativo que es preciso aprovechar. La mayoría de ellos tiene sus consecuencias sociales, ya que inciden directamente en la socialización y convivencia escolar.





    El maestro o maestra de Educación Infantil no ha de tener una visión dramática de los conflictos y conductas indisciplinadas de los niños, sino que ha de aprovecharlas como situaciones formativas, que pueden ayudarle a conocer mejor al niño y las reacciones de sus compañeros y clarificar y orientar sus conductas.


    Además de realizar la programación del curso, es recomendable crear un plan de prevenciones teniendo en cuenta el calendario de actividades y los programas transversales fijados. Lo primero se debe hacer es establecer dos objetivos a cumplir en cada periodo (trimestre) y repartirlos en el calendario.




    Un ejemplo de posibles objetivos de convivencia, respeto y tolerancia hacia los compañeros que se podrían trabajar a lo largo de un curso podría ser:


    Objetivos en el primer trimestre:
    Aprender modelos positivos y de comunicación con los demás.
    Potenciar el reconocimiento y aceptación de las emociones propias y ajenas

    Objetivos en el segundo cuatrimestre:
    Fomentar la autovaloración y autoestima.
    Reconocer y respetar la diferencia (diversidad) entre las personas como un valor positivo y enriquecedor.

    Objetivos en el tercer trimestre:
    Aprender modelos positivos y de comunicación con los demás.
    Fortalecer la confianza en los demás.




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